6.Sept.2018
- En un juicio abreviado en Río Tercero, Daniel Sigaloff recibió tres años de cárcel en forma condicional.
- El hombre atendía a pacientes sin ser un profesional.
- Lo excarcelaron y se fue a su casa.
“Fui juzgado por mis errores y no por mis virtudes, por todo lo bueno que le dejé a Río Tercero en materia de prevención en adicciones a las drogas y en violencia de género”.
Esa fue la declaración de Daniel Luis Sigaloff (62) luego de escuchar ayer el fallo condenatorio de la Cámara del Crimen de Río Tercero. El hombre había llegado a juicio acusado de ejercer como psiquiatra trucho.
Mediante el beneficio de juicio abreviado, Sigaloff reconoció los hechos y mostró arrepentimiento. Fue condenado a tres años de prisión en ejecución condicional y a dos años de inhabilitación absoluta. Además se le impuso un año de tareas comunitarias.
En el acuerdo entre las partes jugó a favor del imputado que no se demostró ningún daño a los supuestos pacientes.
Por ello se entendió que “curó” al estilo de un “curandero”, pero sin tener la habilitación para ejercer ese rol, según se confió desde la sede tribunalicia.
En diálogo con La Voz, Sigaloff, con su estilo sereno, contestó: “No hay mucha gente que se queje de mi trabajo. Desde mi formación humana, hice lo posible para ayudar a las personas. Me arrepiento de haber estado preso 10 meses y 18 días por haber ejercido ilegalmente la profesión. De otra cosa no me arrepiento. No lo volvería a hacer”.
Ante el Tribunal, ayer mencionó que hizo varios cursos breves relacionados a la psicología.
Ya en libertad, Sigaloff aseguró que pretende alejarse del consultorio y dijo, con temple pausado, que se dedicará a distribuir cigarrillos en Buenos Aires, donde tendrá su nuevo domicilio.
Hace un par de meses, el fiscal de Instrucción Alejandro Carballo elevó la causa a juicio contra Sigaloff, acusándolo por los delitos de ejercicio ilegal del arte de curar, falso testimonio y por cuatro estafas reiteradas.
La acusación de la fiscalía acumuló pruebas respecto a que “carecía de título habilitante para el ejercicio de la medicina y de la psicología”.
Surge en el expediente de la investigación que atendía en consultorios en Río Tercero y en el vecino pueblo de Tancacha, al menos entre 2009 y 2017.
En la acusación consta que “de manera habitual prescribía y administraba medicamentos destinados a curar enfermedades psiquiátricas y trastornos psicológicos”.
En este punto, la fiscalía puso énfasis en “el peligro para la salud” que esa prescripción significó. En la causa surgió que “recetó antisicóticos y estabilizadores para depresión y ansiedad”.
Incluso, hasta emitió certificados médicos y “prescribió reposo de 15 días por supuesta patología psiquiátrica a uno de sus pacientes”.
Entre la prueba recopilada por el Ministerio Público Fiscal aparecen un recetario y un facturero a su nombre. Como supuesto médico, facturaba con distintas obras sociales.
Sigaloff cobraba –siempre según el expediente– entre 400 y 600 pesos por cada consulta. Por ello, las estafas ascienden, según el caso, desde los cinco mil hasta los 8.500 pesos.
Al cierre del juicio, la defensa, asumida por Alejandro Schulga, entendió que, en una pena por delitos en concurso real, que preveía de un mes a 29 años, la sentencia fue “justa”.
“Utopía de un psiquiatra”
Sigaloff es persuasivo, eso es innegable. En la región se lo reconocía como un “psiquiatra” que arrimaba alguna solución o estabilizaba a pacientes con patologías mentales o con adicciones.
Publicó el libro Utopía de un psiquiatra e incluso estaba escribiendo otro. Daba conferencias y compartía estrado junto a jueces y a referentes sociales.
El hombre resultaba creíble, era buscado por muchos pacientes.
Una de las testigos de la causa (una de las psicopedagogas que trabajó junto a Sigaloff) admitió que nunca imaginó que él no tuviera título.
La mujer declaró durante la instrucción: “Aparentaba saber mucho de su profesión, contaba que estuvo a punto de ser director de un instituto en Buenos Aires y que organizaba cursos, charlas y diplomaturas con personas de Italia y España”.
Con oficios librados al Consejo Médico, al Colegio de Psicólogos de Córdoba y al Ministerio de Salud de la Nación, la fiscalía comprobó que Sigaloff no tiene título ni matrícula habilitante.
Tampoco apareció prueba oficial de que haya egresado de alguna carrera de grado.
Hasta su exesposa lo acusó
La mujer dijo que Daniel Sigaloff la engañó en todo.
La exmujer declaró que la engañó y que le aseguró que era viudo. Indicó que el hombre le dijo que tenía siete hijos (de distintas parejas), pero después le aclaró que eran cinco. Al final, Sigaloff explicó que tiene tres.
El texto original de este artículo fue publicado el 06/09/2018 en nuestra edición impresa. Ingrese a la edición pdf para leerlo igual que en el papel.