Este es el blog del Capítulo de Medios y Semiología de la Vida Cotidiana de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) fundado en el año 2000 y oficializado en la asamblea de Capítulos del Congreso Argentino de Psiquiatria de 2002 en Mar del Plata.

viernes, 18 de agosto de 2017

Cita de Nelson Mandela

 "Nadie nace odiando a otra persona debido al color de su piel, 
su historial o su religión. La gente debe aprender a odiar y si puede aprender a odiar, se le puede enseñar a amar".

sábado, 22 de julio de 2017

Carta abierta de una jueza de menores a Jorge Lanata

Por María Dolores Aguirre Guarrochena         Jueza de Menores de la 4ª Nominación de Rosario.
Estimado Sr. Lanata: Soy Jueza de Menores de la Ciudad de Rosario y todas las personas que me conocen saben que siempre mantengo un perfil bajo, evitando la exposición mediática no sólo personal sino, fundamentalmente, la de todos aquellos adolescentes que por alguna razón transitan por la oficina donde trabajo.
No obstante ello, estimo justo y adecuado referirme públicamente a la cobertura que Usted hizo respecto de una persona menor de edad, quien durante un reportaje se autoincriminó por varios delitos, algunos especialmente graves
Pero antes de exponer mis puntos de vista, quiero aclararle que no lo hago ni desde el odio, ni desde la indignación, ni desde la palabra exasperada, sino como una exigencia del cargo que ocupo (por la responsabilidad social que representa) y como un ejercicio de participación ciudadana que debería pretenderse en cualquier sociedad democrática. Por eso, no me ubique dentro de la división maniquea de “la grieta”. No me interesa desacreditarlo a Usted ni seguir cargando las tintas de los sentimientos más primitivos. Me interesa construir.
Hecha esta aclaración, paso ahora a desgranar diversos aspectos de esta cobertura mediática que no pueden dejar de ser analizados.
En primer lugar, Usted es un actor social –entre otros– que, a través de este tipo de coberturas pretende influir en la formulación de la Política Criminal. Y a nadie escapa que su postura se enmarca en una avanzada neopunitivista, de mano dura, bajando los límites de la responsabilidad penal de las personas aún por debajo de aquellos establecidos en la época de la última dictadura militar con las leyes 22.278 y 22.803, actualmente vigentes. Estimo que una persona de su trayectoria y experiencia no puede haber pasado por alto esta finalidad ni ello se puede haber debido a un descuido.
En un intento de entender (y de atribuirle una finalidad diferente a su cobertura), se me ocurre pensar que lo que Usted quiso mostrar son las deficiencias de las políticas públicas en materia de infancia y adolescencia, algo en lo que podríamos eventualmente coincidir Usted y yo, sobretodo a partir de los brutales recortes presupuestarios en estas áreas (cuyas partidas pocas veces estuvieron a la altura de las necesidades, para ser sinceros...). Pero aún suponiendo esta finalidad ¿puede afirmarse que la nota es un medio adecuado para alcanzarla? Antes bien, un niño pequeño confesando ser autor de delitos graves con total despreocupación sólo parecería destinado a desatar el aplauso de la telepatota (no tan numerosa como se cree...).
Despejada, entonces, la cuestión relativa a la finalidad de la cobertura, resta analizar el reportaje en sí.
En primer lugar, si bien el reportaje no lo hizo Usted personalmente –sino un colega–, lo cierto es que Usted es el responsable del mismo en términos mediáticos, por haber tenido el poder real de decisión acerca de su difusión y por ser el profesional con verdadero poder de convocatoria de su programa (al punto que la audiencia alude “al programa de Lanata” sin otras distinciones).
En segundo lugar, el reportaje no respeta siquiera los más mínimos estándares exigibles en las coberturas mediáticas que involucran a niñas, niños y adolescentes que se estudian en cualquier centro de formación de Comunicación Social. A propósito, puedo recomendarle la lectura de una guía de buenas prácticas redactada por UNICEF titulada “Por una comunicación democrática de la Niñez y Adolescencia” que puede encontrar fácilmente en Internet.
En efecto, y tal como le vengo diciendo, el reportaje incurre en una larga serie de prácticas profesionales éticamente cuestionables, entre las que se destacan (sin negar otras): no haber protegido al niño en su derecho a la intimidad; haberlo expuesto a riesgos de sufrir represalias; haber mostrado al niño en términos y de modo estigmatizante (amén de estereotipado); haber reforzado una mirada punitivista (aunque sea involuntariamente); no haber actuado con sensibilidad frente a un niño; no haber tomado los recaudos elementales a la hora de obtener el permiso del niño y el de sus representantes legales (preferentemente, por escrito); no haber evaluado suficientemente las posibles derivaciones políticas, sociales y culturales del reportaje; haber difundido el entorno comunitario del niño (la simple pixelación del rostro de este muchachito no satisface adecuadamente las exigencias que imponen su protección); no haber informado al niño sobre la publicación de la nota a través de cualquier medio escrito, entre las más destacables. La difusión de este material periodístico no habla de este niño, sino de los límites que Usted es capaz de transgredir en el ejercicio de su profesión.
Estrategias editoriales como ésta sólo contribuyen a reforzar una mirada estigmatizante y estereotipada de la niñez/adolescencia pobre, creando un “otro monstruoso” al que hay que “eliminar” (neutralizar) para poder “resolver el problema” de una vez por todas. Aún suponiendo que Usted no lo haya querido, esto es lo que ha conseguido.
Ojalá que tanto Usted como otros colegas que optan por estas estrategias editoriales (no tantos, gracias a Dios) puedan visualizar finalmente que las buenas prácticas a las que antes me referí no son un límite al ejercicio de la profesión. Al contrario. La ennoblecen.
Después de todo esto, confío en que no empleará su poder mediático para desacreditarme (tal como veo que ha intentado hacerlo con el Sr. Grabois, por ejemplo). En ningún momento yo intenté hacerlo con Usted (y hasta sería un nuevo ejemplo de malas prácticas). Pero si me equivoco, y Usted opta por desacreditarme, puedo adelantar en mi defensa que soy una persona como cualquier otra, con mis limitaciones, mis contradicciones y hasta mis bajezas. No me postulo como la reserva moral de nada. Pero de lo que nadie podrá dudar jamás es de mi compromiso ético.
Finalmente, le pido que deseche (si remotamente lo considerara) la idea de contactarse conmigo para debatir sobre el tema. Todo lo que tenía para decir lo expuse en estas pocas líneas y cualquier otra exposición mediática no sería más que una vana repetición de ideas.
En el convencimiento de que somos los adultos los únicos responsables del cachorro humano, y que de nosotros depende la construcción de un mundo que los aloje, hago propicia esta ocasión para saludarlo con mi cordialidad.
Publicado en Pagina 12 . 22 de julio



viernes, 21 de julio de 2017

lunes, 19 de junio de 2017

19 de junio de 2017 · Actualizado hace 8 hs
Georges Didi-Huberman, filósofo e historiador del arte
“Las imágenes no son sólo cosas para representar”
El ensayista reflexiona en torno a la imagen y a su dimensión política, la historia, el arte y la memoria. Está en Buenos Aires para el montaje de la muestra Sublevaciones, de la cual es curador, una exposición que promete convertirse en uno de los fenómenos culturales del año en el país.

El filósofo e historiador del arte Georges Didi-Huberman –uno de los pensadores centrales de nuestro tiempo– está desde la semana pasada trabajando a tiempo completo en Buenos Aires, en el montaje de la muestra Sublevaciones (Soulèvements), de la cual es curador, en el Centro Arte Contemporáneo del Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Muntref). La exposición se fundamenta en un trabajo histórico y teórico que Didi-Huberman viene realizando desde hace años, y que está plasmado en una serie de libros titulados L’oeil de l’histoire (El ojo de la historia).
Integrada por más de doscientas obras (de Marcel Duchamp, Man Ray, Tina Modotti y Henri Cartier-Bresson, entre otros; además de los locales Abraham Regino Vigo, Adriana Lestido, León Ferrari y Eduardo Longoni), Sublevaciones –que ya se presentó en Paris y Barcelona– probablemente se transforme en uno de los fenómenos culturales del año en el país. 
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Desde hace décadas, este ensayista de renombre internacional viene reflexionando en torno a la imagen y a su dimensión política, la historia, el arte, la memoria, y también sobre ese campo fecundo de estudios que es la historia del arte. Perteneciente a un linaje de pensadores disruptivos como el filósofo Walter Benjamin, y los historiadores del arte Aby Warburg y Carl Einstein, la propuesta de Didi-Huberman, como la de sus predecesores, también se dirige contra una cierta concepción de la historia, positivista, evolucionista y teleológica. “Crear la historia con los mismos detritus de la historia”, incitaba Benjamin en su Libro de los Pasajes. Se trata de una propuesta epistemológica que supone que la historia (como objeto de la disciplina) no es una cosa fija, ni siquiera un simple proceso continuo y que la historia (como disciplina) no es un saber estático ni un relato causal. De esta forma, el pasado deja de ser un hecho objetivo y se transforma en un hecho de memoria. Entonces, para desmontar la continuidad de las cosas que propone la construcción epistémica convencional, la alternativa es el “montaje”, un concepto clave para entender el pensamiento de Didi-Huberman. En su texto Cuando las imágenes tocan lo real, lo explica de esta manera: “El montaje será precisamente una de las respuestas fundamentales a ese problema de construcción de la historicidad. Porque no está orientado sencillamente, el montaje escapa de las teleologías, hace visibles las supervivencias, los anacronismos, los encuentros de temporalidades contradictorias que afectan a cada objeto, cada acontecimiento, cada persona, cada gesto. Entonces, el historiador renuncia a contar ‘una historia’ pero, al hacerlo, consigue mostrar que la historia no es sin todas las complejidades del tiempo, todos los estratos de la arqueología, todos los punteados del destino.” El montaje, de esta manera, permite establecer una relación crítica entre las imágenes que ayuda a escapar de la cadena de los estereotipos, de los clichés de la mirada que impiden ver muchas cosas. Para Didi-Huberman, el buen uso de la imagen es, sencillamente, el buen montaje. De estas y otras cuestiones conversará amablemente en la siguiente entrevista, durante una pausa en su ajetreada jornada, mientras almuerza unas empanadas antes de ir a la inauguración de la cátedra “Políticas de las Imágenes” que presidirá en la Untref. 
–¿Cómo concibe el tema de las sublevaciones y cómo fue pensada esta muestra a partir de ese tópico?
–Yo no empecé concibiendo la sublevación, fue exactamente el movimiento inverso. Se cree que un filósofo tiene primero una idea general y después la aplica a una exposición, pero no es en absoluto así. Son las obras que se van cosechando las que dan una idea de lo que puede ser, aunque no es exactamente una idea, es sobre todo un recorrido en una serie de problemas. No tengo una teoría o una definición de sublevación, no es ése el problema. Es una fenomenología, o una antropología, eso quiere decir que es más descriptivo, de alguna manera. No es una ontología, es solamente un recorrido con algunos ejemplos con vínculos que creo que tienen, pero me resisto a la idea de cualquier definición.
–¿Cuáles fueron las cuestiones que hicieron que ese recorrido cuajara en la muestra? ¿Se trata de iconografías de las luchas populares que para usted resultan significativas? 
–¿Lo que me quiere preguntar es por qué no hay sublevaciones fascistas? Hay sublevaciones fascistas. Pero en una exposición que puede verse en diez minutos o diez horas, supongamos que se la quiere ver en diez minutos, si muestro un puño levantado y al lado un signo fascista, si se mira rápidamente se va a ver un signo igual entre las dos imágenes. Y yo no creo que haya un signo igual entre los dos, entonces evité las sublevaciones populares reaccionarias que existen, como en este momento en Francia, por ejemplo.
–¿Qué significa para usted reflexionar sobre la dimensión política de las imágenes?
–Yo comencé como historiador del arte, es decir, como un enamorado de la belleza. Y un día me di cuenta de que todo análisis de una imagen tiene una dimensión política, y toda imagen tiene una dimensión política. Entones, intenté ser más preciso, porque la dimensión artística siempre está en dialécticas con algo más temible, más peligroso.
–Su propuesta como historiador del arte y filósofo de las imágenes se basa en la idea de que no hay fuentes originarias en la historia, ni causas y consecuencias lineales entre los acontecimientos. Siguiendo el legado de Walter Benjamin, de alguna manera lo que usted plantea es desbordar lo que sería un tiempo pacificado de la narración ordenada, para lo que postula las nociones de montaje y anacronismo. ¿Cómo funcionan estas cuestiones entre las obras que conforman Sublevaciones?
–Funcionan a través de los gestos al principio. El hecho de que cuando uno está alienado y protesta contra esa alienación, la protesta toma una forma corporal: es el brazo que se levanta, el cuerpo que se despliega, la boca que se abre, entre las palabras y cantos, todo eso es corporal. El cuerpo humano es lo más antiguo que poseemos, el cuerpo humano es más antiguo que un fósil, que una obra de arte griega, el cuerpo humano es muy antiguo, es nuestra antigüedad. Todo eso es anacrónico. Cuando un joven de Mayo del 68 se mueve y puede moverse como Dionisio es anacrónico.
–Usted escribió el libro Imágenes pese a todo: memoria visual del Holocausto (2003) a partir de cuatro fotos tomadas por los Sonderkommandos (que eran los judíos que tenían que meter en la cámara de gas a sus congéneres y luego enterrarlos; después ellos mismos también eran condenados), un texto en el que, entre otras cuestiones, propone la necesidad de mostrar esas imágenes sobre lo inimaginable, la Shoah. ¿De qué manera se insertan estas fotos en Sublevaciones?
–Estas cuatro fotos forman parte de la exposición, pero si miramos lo que representan, nos podemos preguntar “¿por qué están en esta exposición?” A la izquierda hay un grupo de mujeres que van a la cámara de gas para que las ejecuten, y en la imagen de la derecha hay cadáveres que se queman…  ¿Dónde está la sublevación? Ahí la respuesta es que precisamente no hay que mirar en las imágenes sólo lo que representan. Las imágenes no son sólo cosas para representar, son ellas mismas cosas que están al extremo de nuestros cuerpos. Cuando tengo mi cámara de fotos y saco una foto (mientras dice esto le saca una foto a la cronista), ya está, le saqué una foto, está al extremo de mi cuerpo. Una imagen es un gesto, y el gesto de fotografiar a esas pobres mujeres y esos pobres cadáveres, el mismo gesto de decidir fotografiarlos, mientras que el que sacó la foto sabía que iba a morir así, eso es un gesto de sublevación. ¿Y cuál es el resultado? El resultado es que nosotros podemos verlo hoy. Lo que era terrible era que todo eso era invisible al mundo entero. Nosotros, gracias a ese hombre que murió, por supuesto, tenemos acceso a esta verdad histórica. Yo agregaría que esas fotos forman parte de un conjunto de decisiones tomadas por esa gente, esos prisioneros, enterrados en la tierra, son fotos que hicieron explotar una cámara de gas. Es una insurrección, esa imagen forma parte de un gesto de insurrección, a pesar de lo que representa. Y la gran pregunta de estas imágenes extremas sería: cuando no hay nada, cuando no hay ningún medio para luchar, cuando uno está totalmente en actitud de humillación, ¿cómo se subleva de todas maneras? Esto está claro.
–Las fotos tienen además del signo de esa sublevación extrema el valor testimonial, es un legado de memoria.
–Sí, testimonios y también esperanza. No esperanza para él, el fotógrafo, que sabe perfectamente que va a morir, esperanza para el futuro. Por eso pienso que el gesto de sublevación va siempre hacia el futuro, pero siempre también es una cuestión de memoria. Es el tema más importante, es la relación entre el deseo, que va hacia el futuro, y la memoria.
–A veces se cuestiona la necesidad de mostrar imágenes del horror, muchos se preguntan si la exhibición de estas imágenes no puede fomentar el morbo, una especie de gozo perverso, a través de cierta dinámica de circulación de imágenes como la que impera en los medios de comunicación masivos.
–Ya que hablamos de perversión, podríamos pensar que hay perversos a quienes les gustan mucho los zapatos o el cabello. ¿Vamos a suprimir el cabello y los zapatos? No, la perversión no está en el objeto, está en la mirada. Entonces, la imagen del horror, la imagen de guerra, es inocente. Lo que es culpable, eventualmente, es la mirada, la utilización que se hace de la imagen. La perversión no está en la imagen, está en la mirada. No creo en la necesidad de censurar cierto tipo de objetos, sino en modificar la actitud subjetiva respecto de eso. Por ejemplo, yo no tengo para nada ganas de ver videos de Daesh (Estado Islámico), pero si un día tuviera que trabajar con eso, tendría que verlo, qué puedo hacer... 
–¿Considera que la mirada contemporánea está determinada por los medios de comunicación masivos? Condicionada en relación a producir ciertas cegueras y ciertas visibilidades, y ciertos cliché de la mirada.
–Hay un filósofo que a mí me gusta mucho, que se llama Gilles Deleuze, y él dijo algo que adoro, que no vivimos en una civilización de la imagen, no es cierto, vivimos en una civilización de clichés. Y nuestro trabajo es mirar imágenes o crear imágenes que deconstruyan los clichés. Por eso me interesa poner en conexión las imágenes entre sí a través de un recurso constante a la idea de montaje. Lo importante es poner en relación las imágenes porque ellas no hablan en forma aislada.
–¿Y cómo se hace eso?
–Con montaje. Por ejemplo, con el lenguaje tenemos un cliché con la palabra “pueblo”. En Francia Marine Le Pen utiliza el nombre del “pueblo”. Entonces, ¿yo tengo que renunciar a la palabra “pueblo”? No, yo voy a hacer otro montaje, distinto al que hace Marine Le Pen, y lo mismo con las imágenes.
–Generalmente se suele entender el acto de mirar como un hecho dado por la sensibilidad, simple, directo, sin mediaciones, algo que sería sencillo e inmediato. Pero usted postula que, por el contrario, hay que trabajar bastante para poder mirar. ¿Cómo es esa tarea?
–Sí, sí, hay que trabajar más allá de la pura visión. Hay que trabajar más allá de la simple información inmediata que puede arribar al cliché. Porque miramos también con palabras, y a veces miramos muy mal. Necesitamos tomarnos el tiempo para mirar un poquito mejor.
–¿Es necesario desarrollar algún tipo de pedagogía orientada a generar nuevos espacios de visibilidad? 
–Sí, la pedagogía de las personas que han hecho preguntas no consensuales respecto de las imágenes, pero no hay mucha gente que haga esto. Hay una desproporción completa entre la importancia que se da a las imágenes en la vida cotidiana, en la política, el marketing, etcétera, y la ausencia de reflexión sobre las imágenes. Se considera que los que reflexionan sobre las imágenes son muy complicados, pero no es cierto, no son más complicados que los que trabajan en la Bolsa (se ríe).
–¿Qué tipo de contribución a la construcción histórica le parece que es capaz de aportar este tipo de conocimiento por la imagen?
–En todos los campos de conocimiento histórico, en todas las áreas, la imagen aporta cuestiones específicas e interesantes.


sábado, 17 de junio de 2017

La cuestión de los millennials


Los derechos de los rios

Los derechos de los ríos

Por: Saul Franco
El Espectador

No sólo los humanos somos sujetos de derechos. También lo son otros seres y especies, con quienes compartimos el planeta. Y si bien algunas culturas lo han reconocido hace miles de años, sólo hace poco que el derecho lo está aceptando y haciendo cumplir.
El paso más reciente y avanzado en esa dirección lo dio a comienzos de este año en el país  la Corte Constitucional -CC- al promulgar la Sentencia T-622 de 2016. Tras un sólido y documentado alegato de 163 páginas – cuya lectura cautiva y recomiendo – ordena: “Reconocer al río Atrato, su cuenca y sus afluentes como una entidad sujeto de derechos a la protección, conservación, mantenimiento y restauración a cargo del Estado y las comunidades étnicas…” (p.158).
Dicha Sentencia resolvió favorablemente una tutela interpuesta en 2015 por el Centro de Estudios para la Justicia Social “Tierra Digna”, a nombre de varios Consejos Comunitarios del Atrato, que solicitaban detener la extracción minera y la explotación forestal intensivas, con maquinaria pesada y substancias tóxicas, en el río Atrato y su cuenca. Tal actividad extractiva ha venido contaminando el agua con mercurio y cianuro, alterando el cauce del río, deforestando su cuenca en los departamentos de Chocó y Antioquia, produciendo graves daños a la salud humana y animal, y deteriorando las condiciones de vida de las comunidades ribereñas, de predominio afrodescendiente e indígena.  Como acontece generalmente, de las 60 toneladas de oro extraídas por año desde finales del siglo pasado, al Chocó, históricamente excluido y abandonado por el Estado y la sociedad, sólo le queda más pobreza, enfermedades, hambre, corrupción y violencia.
No parte de cero ni está sola la jurisprudencia colombiana. Desde finales del siglo pasado, 168 países miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Convención sobre el derecho del mar. Y si bien se refiere a los derechos de los Estados sobre su espacio marítimo, incluye algunas consideraciones sobre la protección del medio ambiente marino.
En lo que va de este año, tres ríos más han sido ya reconocidos legalmente como sujeto de derechos. En Nueva Zelanda, la comunidad indígena whanganui iwi, después de años de lucha, logró que se expidiera en marzo un decreto reconociendo al río Whanganui como un ser viviente integral, con derechos legales.  Poco después, en la India, la Corte Suprema del estado de Uttarakhand declaró que los ríos Ganges y Yamura tienen los mismos derechos legales que los seres humanos.
Este tipo de fallos implican un gran avance, no sólo jurídico, sino conceptual. De un paradigma antropocéntrico, que ha considerado al ser humano como el centro del universo, se empieza a pasar a un enfoque ecocéntrico, en el cual la tierra no pertenece al hombre, sino que éste pertenece a la tierra. La diversidad de la vida, la de todas las especies y no sólo la humana, exige relaciones respetuosas entre todas y, por tanto, el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos. Así lo han entendido, entre otros, nuestros ancestros andinos en su cosmovisión del Buen Vivir. Obviamente, semejante cambio no está exento de debates. Habrá que ir despejando dudas y resolviendo tensiones, como las ya generadas entre crecimiento económico/bienestar social/y protección del medio ambiente.
Es previsible que vengan, en el país y en el mundo, nuevas demandas y los consiguientes reconocimientos como sujeto de derechos de otros ríos, animales y ecosistemas. Pero lo más importante va a ser el progresivo cambio de mentalidad, el respeto efectivo de los seres humanos a las demás especies, la prioridad del bienestar social sobre el enriquecimiento de algunos y la aplicación de los fallos legales ya logrados. 
Entre nosotros, la prueba de fuego será lo que pase en los próximos meses en el Chocó y lo que el Estado colombiano sea capaz de hacer por ganarle el pulso a las minerías legales e ilegales de la cuenca biodiversa del río Atrato, ahora flamante “sujeto de derechos”. Hay que permanecer en alerta.
Médico social.

viernes, 9 de junio de 2017

Historia crítica de los medios sociales

El próximo 29 de junio se llevará a cabo la conferencia “Redes sociales: una mirada crítica”, presentada por la Fundación OSDE, en la que disertará la reconocida investigadora y académica holandesa José van Dijck. Será a las 18 horas en el Salón Auditorio Ingeniero Héctor Amorosi –la acreditación comenzará a las 17.30. El académico Martín Becerra coordinará el encuentro.
En un mundo en el que las redes sociales juegan un rol preponderante, la experta holandesa hablará sobre las implicancias de nuestra vida diaria crecientemente comercializada y maquinizada a través de plataformas como Facebook y Twitter; a quién le pertenece el contenido generado a partir de estas prácticas online; y cuáles son las cuestiones que evidencian las tensiones de poder entre usuarios y grandes corporaciones.
El trabajo de van Dijck recorre desde la teoría de los medios hasta las nuevas tecnologías y la cultura digital. Fue elegida Presidenta de la Academia Real de Artes y Ciencias de su país en 2015, siendo la primera mujer en ocupar esa posición. Además, cuenta con el título de Profesora Distinguida de la Universidad de Utrecht. Es autora de una serie de libros dentro de los que se destaca La cultura de la conectividad, obra traducida al español en 2016.
Becerra, quien se encargará de moderar la conferencia, es profesor (UBA-UNQ) e investigador del CONICET. Sus estudios se centran en los sistemas de medios de comunicación y su convergencia actual.
El encuentro se transmitirá simultáneamente por teleconferencia a las filiales OSDE de todo el país. Será auspiciada por Siglo Veintiuno editores, Reino de los Países Bajos, Universidad de San Andrés y FLACSO Argentina.
La inscripción se realiza a través del sitio web de Fundación OSDE.

domingo, 4 de junio de 2017

Drugslab: Youtubers prueban las drogas para enseñar

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Youtube es un cajón de sastre donde todo tiene cabida: desde los famosos gameplays con los que algunos creadores de vídeos han conseguido la fama, hasta canales educativos donde aprender matemáticas, pasando por recetas de cocina o tutoriales de maquillaje.  
 Sin duda, uno de los canales más llamativos es el holandés Drugslab, que, como su nombre indica, se dedica a las drogas: son un grupo de tres chicos de los Países Bajos llamados Rens Polman, Nellie Benner y Bastiaan Rosman que se graban bajo los efectos de distintas drogas: ya han probado la cafeína pura, LSD, hachís, popper, el MDMA o las setas, entre otras, mostrando sus efectos explícitos ante la cámara. 
A pesar de la polémica que puede suscitar el canal, ellos se defienden alegando que es, precisamente, un canal educativo sobre el uso e ingesta de las drogas.
 Este es el texto completo traducido que se puede encontrar en su canal: 
"Drugslab es un canal educativo de YouTube sobre las drogas. En este canal de YouTube tomaremos las drogas que quieres que probemos. Lo hacemos en nombre de la ciencia para que podamos mostrar cuáles son los efectos de las drogas en el cuerpo humano. Puedes sugerir cualquier tipo de droga comentando en la sección de comentarios debajo de nuestros videos o usando el hashtag #drugslab. Además de nuestro experimento semanal, ofrecemos métodos seguros de uso, dosis seguras, los efectos, los riesgos y los ‘qué hacer’ y ‘qué no’ cuando se va colocado. 
ADVERTENCIA: El siguiente espectáculo tiene un propósito educativo en cuanto al uso de las drogas y los efectos del uso de éstas. No es nuestra la intención alentar a las personas a consumir drogas. Los hechos vistos en este espectáculo son realizados por profesionales o bajo la supervisión de profesionales. En consecuencia, BNN-VARA y los productores deben insistir en que nadie intente recrear ninguna actividad realizada en este programa y BNN-VARA no será responsable de ningún daño material y /o inmaterial si la gente lo hace". 
BNN es una asociación holandesa de radiodifusión pública fundada en 1997 por Bart de Graaff que va dirigida sobre todo a adolescentes. 
Produce programas de televisión, de radio y largometrajes sobre temas como drogas o sexo.  Además, el canal Drugslab forma parte de Spuiten en Slikken, un programa holandés sobre sexo y drogas emitido en la televisión pública desde 2005. El caso de estos youtubers pone de manifiesto que quizá el enfoque de las campañas represivas contra las drogas no funcione tan bien como otros métodos sin tanto oscurantismo, como éste, en el que en lugar de ocultar el problema y tratarlo como un tabú se da mucha información para que la gente sea más consciente de qué es lo que podría pasarles con el consumo de estupefacientes. En España, lo más parecido es el caso del ya conocido como el 'Doctor X', un médico llamado Fernando Caudevilla especializado en drogas como el cannabis, la cocaína o las drogas de síntesis que se aleja de la ortodoxia propia de la medicina sobre los estupefacientes: él recibe consultas sobre el uso e ingesta de drogas. El facultativo colabora con Energy Control, un proyecto de la ONG Bienestar y Desarrollo y contesta en el consultorio online de este proyecto, en el que los consumidores le plantean sus dudas sobre drogas. Otro ejemplo más para plantearse si la mejor forma de acabar con las adicciones es hablar sin tapujos de ellas y con toda la información que se pueda.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2892968/0/drugslab-youtubers-holandeses-prueban-drogas-videos-cada-viernes/#xtor=AD-15&xts=467263

lunes, 22 de mayo de 2017

Instagram vs Youtube (RCPsych)

A raiz de la noticia sobre Instagram y la salud mental de los adolescentes.

"Sir Simon Wessely, presidente del Royal College of Psychiatrists del Reino Unido, apoya un enfoque basado en la educación y advierte que demonizar los medios sociales no es la respuesta.


"Estoy seguro de que los medios de comunicación social juegan un papel en la infelicidad, pero tiene efectos tanto beneficiosos como negativos", dijo. "Necesitamos enseñar a los niños cómo hacer frente a todos los aspectos de los medios sociales, buenos y malos, para prepararlos para un mundo cada vez más digitalizado, y hay un verdadero peligro al culpar al medio por el mensaje".

(http://edition.cnn.com/2017/05/19/health/instagram-worst-social-network-app-young-people-mental-health/index.html?nav-edition=on)


Es muy importante que los colegas que editan noticias de publicaciones extranjeras no sesguen sus traducciones a tal punto de transmitir lo contrario de lo que dicen las noticias. (Dra. Lopez Geist)

miércoles, 10 de mayo de 2017

Una desconcentración sin fin


Plaza de los Pañuelos - Repudio al 2x1





9 May 2017 - 9:00 PM

Por: Saul Franco

Para formar mejores médicos

No es lo mismo producir médicos que fabricar computadores. Ni formar médicos para la Edad Media que para la sociedad actual. Ni es independiente la formación médica de los avances científicos, las tensiones sociales o los valores dominantes. Al contrario, en un proceso complejo y cambiante, cada sociedad forma sus médicos según los conceptos que tiene de salud-enfermedad-vida-muerte, al ritmo de sus tensiones político-sociales, de los avances científico-tecnológicos, y a la medida de sus necesidades y posibilidades.
Justamente con el objeto de hacer recomendaciones sobre posibles transformaciones de la Educación Médica en Colombia (EMC), los ministerios de Salud y Educación conformaron una comisión de 13 miembros —ninguno de ellos estudiante de pregrado de medicina—  que trabajó durante un semestre y entregó hace poco su Documento de Recomendaciones (DR). Las 42 páginas del informe trazan un panorama de la EMC, expresan diversos intereses y orientaciones sobre el problema, y formulan 104 recomendaciones de muy diverso calado y viabilidad sobre lo que debe hacerse para formar mejores médicos/as generales y especialistas y para que el proceso formativo sea continuo a lo largo de la vida.
Reconociendo la seriedad del trabajo y del producto de la comisión, pero asumiendo que se trata de un aporte inacabado, resalto algunos aspectos de especial interés y arriesgo algunos comentarios críticos para animar el debate que ya empezó.
Me impactó la confirmación que hace el DR de la inequidad dominante en el país, al mostrar la distribución del personal de salud. Para la OMS debe haber 25 médicos y enfermeras por cada 10.000 habitantes. En Colombia hay en promedio 31/10.000. Pero mientras en Bogotá hay 65/ 10.000, en el Chocó, Vichada y Vaupés sólo hay 6/10.000.  Si el problema es grave en términos de médicos generales, es peor en cuanto a especialistas. Es urgente una redistribución del personal. Pero eso implica cambios de fondo en la relación urbano-rural, las condiciones materiales de vida y la disponibilidad de recursos.
Hay muchos aspectos positivos que merecen destacarse en el DR. Entre ellos: La importancia dada a la transdisciplinariedad y la interdependencia, y a los componentes humanísticos y éticos del proceso formativo. La necesidad planteada de diversificar los campos de formación y de práctica, no reduciéndolos al ámbito hospitalario de alta complejidad. El llamado a superar la memorización y a pensar y proponer a partir de problemas reales. La necesidad de formar no sólo médicos para atender enfermos, sino también para investigar y para trabajar en el campo de la salud pública. La reivindicación de los hospitales universitarios, y la urgencia de afinar los mecanismos de acreditación de títulos y controlar la proliferación de escuelas de medicina (ya hay más de 55).
Pero me parece tímido el DR en su posición frente a la mercantilización de la salud y de la educación en el país y, por tanto, frente a los actuales sistemas de salud y educación. Considero, además, que hace demasiadas concesiones al polémico discurso actual de las competencias, perdiendo el foco de la respuesta a las necesidades sociales y a la garantía del derecho a la salud.  Y, a pesar de que ya la mitad del personal médico son mujeres, la comisión —con 4 mujeres entre sus integrantes— ni se asomó a una perspectiva de género en la formación médica.
Hay propuestas que requieren mayor claridad y debate. Entre ellas: La de convertir el año de servicio social de obligatorio en voluntario. La de reubicar el año de internado como parte de la formación de posgrado. Y las fuentes de financiación de los tres fondos propuestos: para el pago justo a residentes, apoyo a hospitales universitarios para aumentar cupos de especialidades y para el desarrollo profesional permanente.
Bienvenidos los aportes de esta Comisión. Nos corresponde ahora enriquecer el debate, madurar las propuestas y exigir que se tomen pronto las respectivas decisiones.

* Médico social.

xx

 


martes, 9 de mayo de 2017

Declaración de APSA en repudio al 2 x 1 aprobado por la Corte Suprema

Tras la reducción de penas aprobada por
 la Suprema Corte de Justicia

Como médicos psiquiatras, comprometidos con el campo de la Salud Mental,
la sociedad y la cultura, la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA),
considera un deber ético hacer conocer su opinión acerca
 del fallo de la Corte Suprema de Justicia que beneficia
a represores y genocidas con la ley del dos por uno.

En Salud Mental el contexto es parte del texto, por ende,
las condiciones externas que hacen al bienestar mental están estrechamente
 vinculadas a la dimensión sociocultural. Es en esta matriz que se organizan
 los deseos y fantasías de cada individuo y los vínculos entre él y los otros.

Uno de los interrogantes actuales es: ¿hasta qué punto sensible de
nuestra cultura caló la dictadura de 1976? 
La persona fue transformada por los represores en una mera cosa, un objeto.
 Ello tuvo como consecuencia  el descalabro de todo sistema referencial.
Se transgredió el tejido de la Ley en la cultura, buscando convertir
 a los seres humanos en entes fragmentados, despojados de toda subjetividad.
 La dictadura desarticuló la  laboriosa construcción humana de la Ley y del
Estado de Derecho y puso en escena una identidad hecha de pura corporalidad (biologización). La devastación ética fue enorme. Se pretendió, así,
convertir a miles  de personas en NN. No nombrados. A otras tantas
 se los encarceló en condiciones infames y a miles se los expulsó al exilio exterior e interior. Ese fue un aspecto esencial del Terrorismo de Estado: el silencio
 y el silenciar.

Todo lo que evocamos constituye un tramo esencial de nuestra historia
que no ha sido vivido para ser olvidado.

De allí la importancia de expresar nuestro pensamiento sobre este
 fallo de la Corte. Pensamiento que incluye palabras, palabras que generan
espacios, espacios simbólicos que articulan el curso de la historia individual
 con la historia colectiva, haciéndola tangible. Como psiquiatras involucrados
en el campo de la Salud Mental pensamos que es necesario re-establecer
el valor de la palabra. Es riesgoso el planteo de que todos fuimos 
responsables el todos implica nadie y el nadie significa el olvido.
 Hay víctimas y responsables que deben cumplir sus condenas.

Este pronunciamiento es también nuestro mejor recuerdo y homenaje a las
decenas de trabajadores de la Salud Mental detenidos-desaparecidos como
personas que tuvieron la capacidad de soñar, 
de luchar por sus sueños e ideas, de interpelarse e interpelar.
Profesionales que cuestionaron la vieja concepción de la locura como
sinónimo de aislamiento, encierro y peligrosidad, posibilitando 
la reubicación de la salud mental dentro del criterio general de la salud,
en contraposición con toda concepción autoritaria y de castigo del enfermo mental.

El Golpe del 24 de marzo de 1976 implicó un punto de inflexión en la historia de nuestro país.

Siempre tendremos presentes a nuestros compañeros psiquiatras y demás trabajadores de la Salud Mental 
detenidos-desaparecidos como ejemplo ético de compromiso con la justicia y el bienestar de los argentinos.


Comisión Directiva APSA

sábado, 6 de mayo de 2017

13 razones para dudar de la ballena azul

Ante el alarmante número de réplicas y acciones apresuradas que ha tenido la difusión irresponsable por parte de los medios de comunicación el tema del supuesto juego de la Ballena Azul, cabe que nos hagamos algunas preguntas.


  • 1.- Los medios locales en Argentina tomaron sin crítica las noticias de diarios extranjeros, sin investigar las fuentes de dichas noticias. Ni siquiera en el caso de  los suicidios de las adolescentes Veronika Volkova y Yulia Konstantinova se ha podido probar que estaban ligados a la ballena azul, si bien fueron rumores que se investigaron.Quien los dió por comprobados?

  • 2.- No hay periodistas acreditados como autores de las referidas "investigaciones periodísticas".¿No es extraño?

  • 3.- La noticia afectó a gran numero de niños vulnerables que se auto-infligen daños: jugaban a dicho juego o fue la excusa de moda que pudieron dar para no hablar de lo que los hace sufrir?

  • 4.- Los centro de seguridad de internet europeos vienen advirtiendo sobre la falsedad de esta asociación. Lo leyó Ud. en algún medio argentino?

  • 6.- La agencia Snopes, considerada seria en chequear noticias falsas aún da por "No probada" la conexión entre los suicidios adolescentes y el supuesto  juego de la ballena azul.

  • 7.- La demonización - y censura -de internet se viene dando en la zona de los Balcanes donde la censura es utilizada por razones políticas, como en Turquía a raiz de la "prevención" de la pornografía infantil. Recordemos que en China, donde funciona el Gran Cortafuegos, es donde mas clínicas de internación para "adictos a internet" existen. Demonizar los medios sociales es una estrategia de los totalitarismos.

  • 8.-Las noticias no son más ciertas porque se desparramen rápido, ni porque mucha gente lo crea.

  • 9.- Rusia tiene una tasa de suicidios adolescentes altísima. ¿Son los medios sociales los chivos expiatorios?¿ No es un simplismo decir que los suicidios se deben a su participación en medios sociales? 

  • 10.- “Uno de los motivos de su impacto viral es, sin duda, la intensidad emocional con que escribe Galina Mursalieva. Pero esa ha sido también una de sus fallas.Algunos acusan a la periodista de tratar un tema complejo con el sensacionalismo de los tabloides.” Dice la BBC de Londres, que a pesar de ello no se priva del titular sensacionalista.

  • 11.- Estos "juegos" han existido siempre, dice France Prevost de SOS Amitie a Le Monde.fr el 15 de marzo de 2017, en una nota que titula: "El desafio de la ballena azul, itinerario de una leyenda urbana por internet".

  • 12.- Llama la atención que se ha tratado como un tema de seguridad solamente, y muy poco como tema de salud mental de adolescentes, y han aparecido numeros de telefono de denuncias mas que de ayuda telefonica u online.

  • 13.- Si bien la POSTVERDAD fue la palabra del 2016, la verdad no es lo que "sentimos".
Dra. María de los Angeles López Geisy